Si eres fanática de planchar tu cabello, es muy importante que tengas gran cuidado para evitar quemarlo o que con el tiempo se deshidrate y maltrate. Para eso, estos consejos que te daremos seguro serán de mucha utilidad para ti.
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Sabemos que una plancha de cabello es prácticamente obligatoria y llegó como una gran invención para mejorar nuestro estilo o salvarnos de aquellos días donde no queremos ponerle mucha creatividad a nuestro peinado y planchar el cabello es la mejor solución para lucir arreglada.
Pero como lo mencionamos, es importante que al planchar tu cabello tan regularmente, tengas ciertos cuidados, pues estos aparatos tienen altas temperaturas que podrían dañar la salud de tu cuero cabelludo.
¿Qué evitar al planchar tu cabello? 3 pasos importantes
1. ¡No dejar que se seque!
Muchas mujeres, por las prisas, pueden ver como inofensivo planchar su cabello aún estando húmedo y esto es un grave error. Si bien las planchas están diseñadas para no quemar el cabello, tu potencia es muy alta y el contacto con el agua hace que se maltrate, luzca opaco y se abran las puntas.
2. ¡No usar algún producto para protegerlo!
Si eres de esas mujeres que solo conectan la plancha y al calentar empiezan a planchar su cabello sin poner un producto que lo proteja del calor, debemos decirte que estás maltratando tu hermoso pelo.
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En el mercado hay muchas marcas de productos que te ofrecen protección térmica. Elige el que prefieras y úsalo antes de comenzar a planchar tu cabello. Verás una enorme diferencia en el resultado y no pondrás en riesgo la textura ni aspecto de tu cabello.
3. ¡Usar la temperatura más alta!
Se tiene la idea de que planchar el cabello a mayor temperatura lo hará más rápido, pero la verdad es que esto solo lo maltrata a la larga. Lo recomendable es que el calor de tu plancha esté entre los 180 grados. No importa si la temperatura es menor. Solo procura que esta no sea mayor a los 230 grados o dile adiós a tu hermosa melena.
Planchar tu cabello y cuidarlo al mismo tiempo no es tan difícil, solo es cuestión de que abandones ciertos malos hábitos y comiences a poner atención en lo que usas y cómo lo usas.