En el extenso mundo del cuidado de la piel, existen hábitos de belleza que te ayudan a mejorar la apariencia de tu cutis. Sin embargo, también hay otros más que podrías cometer y perjudican su salud y estética. Hoy te hablaremos de aquellos para que dejes de hacerlos.
Sabemos que mantener una piel radiante y saludable es un objetivo para muchas personas, y es comprensible, ya que nuestro cutis es una parte fundamental de nuestra apariencia.
No obstante, a veces podemos adoptar hábitos de belleza que, en lugar de brindar cuidado de la piel, pueden contribuir a su deterioro. En esta nota, vamos a explorar los más comunes y cómo evitarlos para lograr un cutis más saludable y hermoso.
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¿Qué hábitos dañan la cara?
1. Dormir con maquillaje
Después de un largo día, es tentador acostarte sin desmaquillarte, pero este hábito puede tener graves consecuencias para tu cutis, pues pueden obstruirse tus poros y llevar a la aparición de brotes de acné y puntos negros.
Además, el maquillaje puede mezclarse con el aceite natural de la piel y la suciedad, lo que crea un caldo de cultivo para las bacterias. Con el tiempo, esto puede dar lugar a un cutis opaco, propensa al envejecimiento prematuro y a problemas cutáneos.
La solución es simple: asegúrate de desmaquillarte completamente antes de acostarte y seguir una rutina de limpieza facial adecuada. Así tu mala costumbre se convertirá en un gran hábito de belleza.
2. Tocarte la cara constantemente
Muchas personas tienen el hábito de tocarse la cara de forma constante, ya sea por estrés, aburrimiento o como una manía inconsciente. Sin embargo, nuestras manos están llenas de gérmenes y bacterias que al tocar repetidamente el rostro, transfieren microorganismos a la piel.
Esto es muy malo para el cuidado del la piel, pues aumenta el riesgo de infecciones, brotes de acné y otros problemas cutáneos. Además, el acto de tocarse constantemente puede irritar el cutis y causar enrojecimiento y sequedad. Para evitar este mal hábito de belleza, intenta mantener las manos ocupadas en otras actividades y evita tocar tu cara sin motivo.
3. No lavar tus brochas de maquillaje
Puede que tengas el buen hábito de belleza de desmaquillarte cada noche antes de irte a dormir, ¡incluso cuando estás muy cansada! Sin embargo, si no lavas tus brochas, lamentamos decirte que solo estás dándole un cálido hogar a bacterias y gérmenes.
Cuando aplicas maquillaje con brochas sucias, estás transfiriendo estos microorganismos a tu piel, lo que puede causar irritación y brotes. Además, los residuos de productos anteriores pueden acumularse en las cerdas, lo que afecta la aplicación y la calidad del maquillaje.
Para evitar este problema que afecta en el cuidado de la piel, lava tus brochas de maquillaje regularmente con agua tibia y jabón suave o utiliza limpiadores específicos para estas herramientas de belleza.
Mantener un cutis saludable implica más que solo usar productos de cuidado de la piel. También es necesario adoptar buenos hábitos de belleza y evitar aquellos que puedan dañar su salud y apariencia.
Al seguir una rutina de limpieza adecuada, evitar tocarte el rostro constantemente y mantener tus herramientas de maquillaje limpias, estarás en camino de lograr una piel radiante y hermosa. Recuerda que la consistencia en el cuidado de la piel es clave para obtener resultados duraderos. Si buscas más consejos, ¡síguenos en Instagram y Pinterest!