SALUD BUCAL

¿Cómo quitar el mal aliento rápido y para siempre con bicarbonato de sodio?

Afortunadamente es posible deshacernos del mal olor en nuestra boca con estos consejos.

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El mal aliento o halitosis, es muchas veces provocado por placa bacteriana que se acumula encima y alrededor de los dientes. Las bacterias descomponen restos de comida en tu boca y esto da lugar a un gas con olor desagradable que se traduce en mal aliento; otras veces se debe a que comimos algún alimento que provoca un olor desagradable pero otras veces es causado por problemas bucales que deben de ser diagnosticados por un profesional.

Afortunadamente es posible quitar el mal aliento con bicarbonato de sodio de dos formas: preparado como enjuague bucal y cuando cepillas tus dientes, solo que esta última solo se recomienda una vez al mes porque quita el esmalte natural de la dentadura. 

El bicarbonato como un enjuague bucal te ayudará a eliminar el mal aliento, solo agrega una cucharada de bicarbonato en 1/3 de vaso de agua tibia, mezcla y seguido haz gárgaras. Mantén el líquido en la boca durante unos cuanto segundos y luego escúpelo. Se recomienda hacerlo tres veces al día o las veces que sea necesario, recuerda que es en la parte de la garganta donde se hacen las gárgaras porque de lo contrario puede dañar tus dientes

Cepillar los dientes con bicarbonato solo es recomendable una vez al mes, este polvo blanco tiene propiedades antibacterianas y blanqueadoras. Otra opción de eliminar el mal aliento con bicarbonato es precisamente añadir un poco de este producto a tu pasta de dientes habitual y luego limpiar tu cavidad bucal con la mezcla. Cepilla durante dos minutos y complementa tu rutina agregando enjuage bucal. 

Consejos para eliminar el mal aliento

  • Lávate los dientes después de cada comida
  • Utiliza hilo dental una vez al día
  • Limpia la dentadura postiza o los aparatos de ortodoncia
  • Evita la sequedad de boca
  • Evita los alimentos que te causan mal aliento como el ajo o la cebolla, así como los azucarados
  • Cambia tu cepillo cada tres o cuatro meses
  • Visita a tu dentista de forma regular