El descanso de las actividades diarias es fundamental en la vida de cualquier persona; sin embargo, el insomnio es uno de los problemas que más afecta el reposo, pues es un trastorno del sueño para quedarse dormido, uno que, además, según los datos expuestos por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, es más común entre las mujeres que entre los hombres.
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Pese a que esta alteración está relacionada con hábitos inadecuados, así como a temas de ansiedad, falta de ejercicio, enfermedades crónicas, depresión y medicamentos, los síntomas que añade la dificultad para dormir suelen aparecer al comenzar la jornada debido al poco tiempo de sueño, o bien, a la poca calidad del mismo.
Con el tiempo, los expertos detectaron que hay diferentes tipos de insomnio que se presentan con duraciones variadas, no obstante, en el caso de las mujeres también influyen aspectos que relacionan el trastorno con asuntos biológicos o afecciones exclusivas del género.
¿Qué produce el insomnio en las mujeres?
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Hormonas
Como en muchos casos, las hormonas ejercen un papel importante en los cambios de conducta que pueden afectar la capacidad de permanecer dormidos. "El estrógeno actúa sobre diferentes sendas de neurotransmisores que podrían tener un efecto en la regulación del sueño; además, la progesterona puede tener una propiedad hipnótica", detalló Dianne Augelli, médica del Centro Weill Cornell para la Medicina del Sueño del Hospital Presbiteriano de Nueva York.
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Menstruación
El ciclo menstrual de la mujer provoca efectos secundarios que en ocasiones dificultan la capacidad de dormir, éstos son: inflamación, ansiedad, cólicos, sensibilidad en los senos y cambios de humor.
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Embarazo
La incomodidad física interviene en el descanso al igual que el aumento en la necesidad de orinar; además, la Sociedad Estadounidense para el Tórax apunta que los cambios hormonales del embarazo pueden generar la inflamación de las vías respiratorias que provocarían insomnio.
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Menopausia
Los bochornos y los sudores nocturnos vuelven incómodo el descanso que muchas veces termina en pausa.
Finalmente, otros aspectos que también se relacionan con el insomnio de las mujeres es el estrés, síntomas de ansiedad y depresión, la mala comunicación con la pareja, así como malos hábitos a la hora de acostarse, tales como no mantener una ventilación fresca en la habitación, permanecer mucho tiempo en el celular, o bien, no recostarse a la misma hora.