La industria del maquillaje está creciendo a pasos agigantados y con la globalización cada día parece que llega un producto nuevo del que nunca habíamos escuchado o palabras que se vuelven populares de la noche a la mañana, pero que pocos entienden a lo que se refieren y sus diferencias con otros productos, uno de esos casos es el blush que de pronto se volvió popular y desplazó al rubor.
Por mucho, pero mucho tiempo todos conocíamos al rubor como ese polvo compacto, generalmente en tonos rosas, con el que se hacían chapitas en las mejillas, pero de pronto comenzamos a escuchar el nombre de blush por todas partes.
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El blush llegó en forma de crema, muse, tintas, barras y claro polvos, desde los más rosados, hasta los más profundos en tonos terracota, pasando por los salmones y duraznos, pero las diferencias entre sus usos y aplicaciones en el maquillaje no son claras.
¿Qué es el rubor y dónde se aplica?
El rubor es uno de los productos básicos del maquillaje, función principal es darle un color natural al rostro, sobre todo destacando las mejillas para darle más vitalidad y dimensiones a la cara.
La forma de aplicar el rubor es justo en el punto más alto de los pómulos, justo por encima del bronzer y la posición dependerá del tipo de maquillaje que se esté creando y la forma del rostro.
¿Qué es el blush y para qué sirve?
Como ya podrás haber notado las diferencias entre el blush y el rubor aún no quedan muy claras y en realidad es por que se trata del mismo producto, sin embargo, fue justamente la apertura del mundo de la belleza lo que nos llevó a esta confusión tan común.
Solo es el cambio del término con el que se refiere al mismo producto para dar color a las mejillas, pues ahora que la industria se está innovando con nuevas fórmulas y abriéndose a la diversidad se crearon muchas más opciones, tal como pasó con las bases de maquillaje que hace unos años tenían 8 o 10 tonos y ahora pueden superar los 30. Síguenos en Instagram para más contenido de maquillaje.