Como mujeres queremos tener una melena envidiable y hermosa, como en los comerciales de productos de belleza, por eso usamos mascarillas, aceites y diferentes cremas, con el objetivo de otorgarle suavidad, brillo y vitalidad al cabello maltratado. Sin embargo, tampoco debemos de abusar de estas fórmulas porque no son aptas para todo tipo de pelo. Ese es el caso de la keratina capilar. Sabemos que trae increíbles beneficios para el pelo, pero este tratamiento no es recomendable para ciertas melenas.
Se habla mucho de los beneficios de la keratina, pero no se toman en cuenta los riesgos que pueden suponer para algunas mujeres. Así que, es importante tomar en cuenta dicha información, ya que se trata de un tratamiento con sustancias químicas que, aunque solo se pone en el cabello, puede afectar en otros aspectos a la salud. Así que, debes de asegurarte de revisar los ingredientes en la etiqueta para verificar las cantidades que contiene y que no afecte a tu cuero cabelludo.
Existen diferentes tratamientos de keratina que se pueden adquirir en tiendas comerciales o también se puede elaborar una versión casera con ingredientes que podemos conseguir en cualquier lugar. Sin embargo, por obvias razones solo la que está elaborada a base de químicos es la que puede dañar nuestra salud. Así que, conocer quiénes son las personas que NO deben someterse a este tipo de keratinas por nada del mundo.
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¿Qué es y para qué sirve keratina?
La keratina es una proteína que se encuentra en las capas externas de la epidermis. Naturalmente la genera el cuerpo con una estructura resistente, pero la cantidad es muy poca. Debido a esto es que tenemos que recurrir a tratamientos de keratina, con el objetivo de nutrir, reparar y darle vitalidad al cabello desde la raíz hasta las puntas, ya que, el uso de tenazas y otras herramientas de calor pueden dañarlo en poco tiempo. Asimismo, ayuda a disminuir el frizz en las melenas rizadas.
Como cualquier producto de belleza, el uso de la keratina tiene ventajas y desventajas que debemos tener en cuenta antes de animarnos a usarla. Cabe decir que, no es un tratamiento muy económico, por lo que podemos arriesgarnos a probarlo si no conocemos lo que le puede provocar al cabello. Cuando esta es casera no pasa nada, pero si se trata de una marca comercial, la situación cambia por completo.
¿Qué te hace la keratina en el cabello?
Como se mencionó anteriormente, el uso de la keratina puede provocar ciertos efectos al cabello, algunos son buenos y otros no tanto. En cuanto a los primeros, nutre y ayuda a darle estructura al cabello, ya que, ayuda a las fibras capilares; además, lo protege y sanas de cualquier tipo de daño provocado por los aparatos de calor. Elimina el encrespamiento y la melena se vuelve mucho más manejable para poder peinar, pues está más lisa y sedada. Por supuesto, no podemos dejar de lado las maravillas que le hace al pelo rizado. En ese caso, lo vuelve más manejable y fácil para peinar.
Aunque por todo lo anterior de se escucha como el mejor tratamiento para el cabello, la verdad es que también tiene su lado malo. Por ejemplo, algunas keratinas contienen formol, una sustancia tóxica que puede provocar cáncer, por lo que han sido prohibidas en algunos países del mundo. Por otra parte, tampoco se puede usar en cualquier tipo de melena, ya que los resultados se apreciarán dependiendo si este es fino o poco abundante
¿Cuando no se recomienda la keratina?
Además de no ser apta en cierto tipo de cabello, la keratina tampoco debe usarse en situaciones específicas. Por ejemplo, una mujer embarazada o lactante, no debe someterse a estos tratamientos, pues los productos químicos pueden perjudicar al bebé. Otro tipo de personas que no deben someterse al procedimiento son aquellas que tienen alergias constantes o algún tipo de sensibilidad a productos químicos. Por otra parte, las mujeres que tienen el cabello muy maltratado tampoco deben someterse a la keratina, ya que puede empeorar la situación.
En conclusión, ahora saber en qué casos no se recomienda aplicar la keratina en el cabello. Recuerda que los productos comerciales pueden incluir ingredientes tóxicos para la salud, por lo que es importante estar consiente de esto antes de empezar el tratamiento. Así que, checa la etiqueta y revisa muy bien la lista de su contenido. Una vez que verifiques que todo está orden, entonces puedes proceder a comenzar con el proceso.