SALUD MENTAL

Cuando el estrés es peligroso: 5 consecuencias que te pueden llevar al hospital si no lo tratas a tiempo

La reconocida influencer Chingu amiga fue una víctima más de las consecuencias del estrés y el exceso de trabajo, por lo que fue hospitalizada.

Chingu Amiga fue al hospital por consecuencias de estrés.Créditos: Instagram @chinguamiga
Escrito en VIDA EN FAMILIA el

En los últimos días, Sujin Kim, conocida como Chingu Amiga, se ha convertido en tendencia en las redes sociales. Su nombre ha resonado tras revelar que fue internada en el hospital debido a problemas de salud, sorprendiendo a sus seguidores al interrumpir su actividad habitual en sus plataformas. La influencer es conocida por compartir su vida en México a través de videos diarios, por lo que su ausencia levantó preocupaciones entre sus fanáticos y algunos aseguraron que está siendo víctima de las consecuencias del estrés, debido a su gran carga de trabajo diaria.

La influencer de 33 años, explicó que había estado sintiéndose muy mal y que tuvo que ser ingresada en el hospital. En una historia de Instagram, compartió: “Chingus, ahorita ando mal, ando muy mal, pero ya me estoy recuperando poco a poco. Me puse muy nerviosa porque llevo tres días sin subir un video, nunca me había pasado esto en mi vida, pero la neta no pude, estoy nerviosísima, mañana sí subo”. Este mensaje dejó entrever que el estrés podría haber sido un factor contribuyente a su estado de salud.

A pesar de haber sido dada de alta, Chingu Amiga mostró su profesionalismo al presentarse en el evento VidCon 2024, que se celebró en la Ciudad de México. Aunque no especificó el motivo exacto de su hospitalización, muchos seguidores especulan que podría estar relacionado a consecuencias del agotamiento y el estrés de sus intensas jornadas de trabajo.

¿Qué efectos tiene el estrés en el cuerpo?

El estrés puede tener una variedad de efectos físicos y mentales en el cuerpo. En el ámbito físico, puede manifestarse como dolores de cabeza, tensión muscular y problemas digestivos. De forma crónica puede contribuir a enfermedades cardiovasculares, como hipertensión y ataques cardíacos, al aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Además, afecta el sistema inmunológico, teniendo como consecuencia una reducción len a capacidad del cuerpo para combatir infecciones y enfermedades. Mentalmente, puede llevar a la ansiedad, la depresión y la dificultad para concentrarse, afectando la calidad de vida y el bienestar general.

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¿Cuándo el estrés es peligroso?

Cambios en el apetito y el peso

El estrés puede afectar tu apetito de diferentes maneras, haciendo que comas más de lo habitual o, por el contrario, que pierdas el interés en la comida. Este desequilibrio puede conducir a fluctuaciones de peso que impactan tu salud. De forma crónica puede provocar antojos de alimentos altos en grasa y azúcar, lo que lleva a un aumento de peso. Estos cambios pueden afectar no solo tu salud física, sino también tu bienestar emocional.

Problemas cardiovasculares

El estrés prolongado puede tener un efecto perjudicial en el corazón y los vasos sanguíneos. La exposición continua a hormonas como el cortisol, puede aumentar la presión arterial y el colesterol, lo que incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Estas condiciones pueden llevar a problemas más graves, como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. También puede causar arritmias cardíacas, que son latidos irregulares del corazón que pueden ser peligrosos si no se tratan a tiempo. 

Trastornos del sueño

El estrés es uno de los principales culpables de los trastornos del sueño. Puede causar insomnio, dificultando que te quedes dormido o que permanezcas dormido durante la noche. La falta de sueño reparador puede llevar a la fatiga, afectar la concentración y disminuir la capacidad del cuerpo para combatir infecciones. Además, puede contribuir a la aparición de pesadillas y sueño interrumpido, lo que afecta tu capacidad para funcionar correctamente durante el día. 

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Problemas digestivos

El sistema digestivo es particularmente sensible al estrés, lo que puede provocar una serie de consecuencias y problemas como acidez estomacal, síndrome del intestino irritable (SII) y úlceras. Esto debido a que se afecta la forma en que el cuerpo procesa los alimentos, lo que puede resultar en síntomas incómodos como hinchazón, dolor abdominal y diarrea. Además, de forma crónica puede interferir con la digestión y la absorción de nutrientes esenciales, lo que afecta la salud general.

Impacto en la salud mental

El estrés no gestionado puede tener un impacto significativo en la salud mental. Puede contribuir a la aparición de trastornos de ansiedad y depresión, afectando negativamente la calidad de vida y las relaciones interpersonales. Crónicamente puede llevar a sentimientos de desesperanza, irritabilidad y falta de motivación. Estos síntomas pueden interferir con la capacidad de una persona para funcionar en el trabajo y en su vida personal, tal como podría estar pasando con Chingu Amiga.

¿Qué hacer para controlar el estrés?

Controlar el estrés es esencial no solo para mantenerte alejada del hospital sino también para asegurar una buena salud física y mental. Existen diversas estrategias que pueden ayudar a manejarlo de manera efectiva. La práctica regular de ejercicios físicos, como caminar, correr o practicar yoga, puede liberar endorfinas que mejoran el estado de ánimo. Técnicas de relajación, como la meditación y la respiración profunda, pueden ayudar a calmar la mente y el cuerpo. Además, mantener una dieta equilibrada y un horario de sueño regular son fundamentales para fortalecer el sistema inmunológico y mejorar el bienestar general. También es importante establecer límites, priorizar tareas y buscar apoyo social o profesional cuando sea necesario.

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El caso de Chingu Amiga destaca la importancia de reconocer y manejar el estrés antes de que se convierta en un problema grave que pueda llevarte al hospital o tenga consecuencias mayores. Aunque este síntoma es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones desafiantes, su acumulación sin control puede tener consecuencias perjudiciales para la salud física y mental. Identificar las señales de advertencia y adoptar estrategias para gestionarlo puede prevenir complicaciones a largo plazo.