Uno de los objetivos de muchas personas al comenzar sus rutinas faciales es conservar una piel joven y sana.
Son muchos los factores que influyen en el envejecimiento de nuestra piel, hay estudios que concluyen que el componente genético juega un papel muy importante en el desarrollo de las arrugas, pero el estilo y rutina de vida que llevamos es el factor más determinante en la aparición de las líneas de expresión y las arrugas.
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No podemos luchar contra el paso inexorable del tiempo ni detener nuestro reloj biológico, pero lo que sí podemos hacer es ofrecer al cuerpo los elementos que necesita para ofrecer resistencia a los signos del envejecimiento y darle a nuestra piel la capacidad para mantener su elasticidad y resplandor propia de la juventud.
La piel está compuesta por una gran superficie formada por una inmensa cantidad de poros. La prevención es la clave para llegar a los 40 con una piel radiante. Y es que la manera de evitar el envejecimiento prematuro es tener una rutina de belleza facial desde los 25 o los 30. Una vez que llegamos a los 40, esta rutina debe ser algo más específica para evitar la aparición de las líneas de expresión y las temidas arrugas.
El envejecimiento de la piel se caracteriza por:
- Arrugas, y pérdida de sostén, firmeza, y elasticidad: esto es debido a la degradación y alteración de las fibras de colágeno y elastina en la dermis, y a una tasa más lenta de regeneración celular.
- En la epidermis, la tasa de renovación de los queranocitos y su función de barrera también se ve afectada, lo que resulta en pérdida de agua y en una piel deshidratada y seca.
La mejor rutina de belleza facial para la piel madura (a partir de 30 años) consiste en 5 pasos según los estudios científicos: limpieza, prevención, corrección, hidratación y protección. Si se sigue esta rutina, se producen grandes mejoras en la piel con reducción de arrugas y flacidez, mejoras en la hidratación, la piel luce menos pigmentada y más brillante. Aquí en Serzen te decimos como tienes que hacer tu rutina antiedad.
Rutina antiedad
1. Limpieza
Este paso debes realizarlo tanto por la mañana como por la noche. Gracias a él eliminarás la suciedad, los restos de maquillaje y el exceso de sebo.
2. Mascarillas y sérums nocturnos.
Los sérums pueden ser un gran aliado de belleza cuando la piel necesita una dosis extra de hidratación. Deja que actúen mientras duermes y levántate sin signos de fatiga y con la piel mucho más firme.
3. Exfoliación
La exfoliación ayuda a eliminar las células muertas de la superficie de la piel para liberar su luminosidad natural y potenciar al máximo la eficacia de todos los productos de la rutina que se apliquen a continuación, ya que mejora la penetración de los ingredientes antiedad.
4. Ácido hialurónico
Su fórmula humectante ayuda a reducir la perdida de agua de nuestra piel. Es por eso que vamos a ver un resultado óptimo en el caso de pieles secas y deshidratadas. Además, es un potente reductor de arrugas y cuenta con propiedades antioxidantes que protegen nuestra piel de los radicales libres.
5. Hidratación
Preservar la hidratación de tu piel es uno de los pasos más importantes que puedes adoptar para lucir una tez de aspecto joven. Tu cuerpo produce menos grasas naturales (sebo) a medida que envejeces y esto puede resultar en la formación de líneas de expresión y arrugas. Recuperar la hidratación perdida es fundamental para combatir estos problemas de la piel y puede prevenir las arrugas o hacerlas menos visibles.
6. Contorno de ojos
La aplicación diaria del contorno de ojos ayuda a mantener el contorno de ojos hidratado y flexible, lo que permite aplicar el corrector y el maquillaje de la mejor manera posible: una correcta hidratación garantiza la elasticidad de la piel, combatiendo así los signos de envejecimiento y la aparición de arrugas, marcas de expresión y patas de gallo.
El momento de comenzar un cuidado antiedad es diferente para cada mujer, Acude con un dermatólogo para saber que productos son correctos para tu tipo de piel.
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