El perdón es un concepto complejo que ha sido explorado por filósofos, psicólogos y líderes religiosos durante siglos. Si bien no existe una definición única y universalmente aceptada de perdonar, esta acción se entiende generalmente como el acto de liberar el rencor y el resentimiento hacia alguien que te ha hecho daño. Es una gran forma de cerrar ciclos y sanar y aquí te cuento sus beneficios.
Para algunas personas, el perdón es una decisión, una actitud, un proceso o incluso una forma de vida. Puede ser algo que ofrecemos a los demás o que aceptamos para nosotros mismos. Sin embargo, independientemente de cómo lo definamos, es una herramienta poderosa que puede ayudarnos a sanar nuestras heridas emocionales y cerrar ciclos dolorosos del pasado.
Si en este momento te encuentras pasando por un momento donde no puedes dejar ir una situación o a alguna persona que te ha lastimado, debo decirte que, aunque odiarla o tener pensamientos negativos hacia él o ella puede resultar momentáneamente satisfactorio, lo cierto es que a largo plazo el único daño de estos sentimientos son hacia ti mismo.
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¿Por qué es importante aprender a perdonar?
Perdonar no significa condonar el mal que nos han hecho ni olvidar lo que ha sucedido. Tampoco significa reconciliarse con la persona que nos ha hecho daño o reanudar una relación que ya no es saludable. En cambio, el perdón trae consigo liberarnos del peso del rencor y el resentimiento que nos atan al pasado. Nos permite dejar de lado la ira, la tristeza y el dolor que nos causan estas emociones negativas para así sanar, cerrar ciclos y avanzar hacia un futuro más positivo y saludable.
¿Cómo aprender a perdonar a alguien y cerrar ciclos?
Perdónate a ti mismo
El primer paso para perdonar a los demás es perdonarnos a nosotros mismos. Esto significa aceptar nuestros propios errores y defectos, así como dejar de lado la culpa y la autocrítica. Algo que te puede ayudar es expresar tus emociones, por ejemplo, hablar directamente con aquella persona que te ha hecho daño sobre cómo te sientes puede ayudarte a sanar el dolor y la ira. Esta es una recomendación hecha por la psicóloga Corina Espinosa Hernández, del Departamento de Investigación y Enseñanza, del Inapam durante el taller El Manejo del Perdón.
Acepta a las personas por como son
Es importante recordar que todos cometemos errores y que nadie es perfecto. Aceptar a las personas por como son no significa aprobar sus acciones, sino simplemente reconocer su humanidad. Comprende las motivaciones que llevaron a aquellos que te lastimaron a hacer lo que hicieron y trata de comprender por qué la actuaron de la manera en que lo hicieron. Esto puede ayudarte a sentir menos rencor hacia ellos y disfrutar de los beneficios de vivir sin pensamientos negativos.
Si tienes dificultades para perdonar por tu cuenta, un terapeuta puede ayudarte a trabajar a través de tus emociones y desarrollar estrategias de afrontamiento. Recuerda que este proceso lleva tiempo y no vas a sanar tus heridas de la noche a la mañana, pero dar el primer paso es la clave para cerrar ciclos tóxicos en tu vida y disfrutar de los beneficios de una vida más tranquila y sin rencor.