Cuidado del cabello
El error que cometes al secar tu cabello con secadora y podría dañarlo
Aunque pareciera una práctica común e innofensiva, la realidad es que podría hacer que tu pelo se maltrate y en el peor de los casos que debas pasarle tijeraEl secado del cabello tras el lavado es tan importante como el propio champú. Un mal hábito con la secadora puede derivar en puntas abiertas y quiebre prematuro. La forma en que aplicas el calor, la distancia y la temperatura marcan la diferencia.
Cada mechón reacciona distinto al calor: grosor, porosidad y daño previo influyen. Secar en exceso o muy cerca altera la cutícula y desgasta la queratina. Con técnica adecuada, tu cabello quedará más fuerte, brillante y con menos frizz.
Sin embargo, hay un error común que incluso los más precavidos cometen. Usar el secador sin protector térmico y a máxima potencia acelera el deterioro. Además, mantenerlo muy cerca del cuero cabelludo eleva el riesgo de quemaduras.
La clave está en secar controlado y por secciones, evitando un calor directo y constante. Con un par de ajustes en tu rutina ganarás salud capilar y evitarás la caída excesiva. A continuación, te contamos por qué y cómo hacerlo bien.
¿Por qué secar tu cabello con secadora puede dañarlo?
Al aplicar calor de forma inadecuada la capa externa del pelo—la cutícula—se abre y expone la fibra interna, lo que provoca puntas abiertas y pérdida de brillo, según la dermatóloga Leire Barrutia en un artículo publicado en el sitio ABC. Un secado muy cercano, a alta temperatura, incrementa la fricción entre hebras y favorece la deshidratación capilar, debilitando el tallo desde la raíz hasta las puntas.
Por otro lado, dejar el cuero cabelludo húmedo puede generar proliferación de hongos y dermatitis seborreica, de acuerdo con la doctora Aamna Adel. El calor excesivo también descompone enlaces de tamaño y color en la cutícula, resultando en un cabello más áspero y propenso a la rotura.
¿Cómo secar correctamente tu cabello con secadora?
- Elimina el excedente de agua antes de secar: envuelve tu cabello en una toalla de microfibra o algodón y presiona suavemente para absorber la humedad sin frotar.
- Aplica un protector térmico en todo el largo y las raíces, distribuyéndolo con un peine de dientes anchos.
- Ajusta la temperatura a nivel medio; evita el nivel alto para prevenir daño directo en la cutícula.
- Mantén la boquilla a 15–20 cm de distancia del cabello, según recomienda la dermatóloga Barrutia.
- Trabaja por secciones: sujeta mechones de 2–3 cm y seca con movimientos continuos, sin concentrar el calor en un mismo punto.
- Finaliza con aire frío para sellar la cutícula y fijar el peinado.
El uso correcto de la secadora sella ligeramente la cutícula, reduciendo el encrespamiento y aportando un acabado suave, tal como indican múltiples estudios de tricología. Además, el aire frío finaliza el proceso de secado sin someter el cabello a un estrés térmico adicional.
Sin embargo, abusar del calor—even en niveles medios—puede resecar en exceso la fibra capilar y debilitar la elasticidad natural del pelo. Un uso diario sin protección adecuada conlleva puntas abiertas, caspa por desequilibrio del cuero cabelludo y aumento de la fragilidad capilar.