El chocolate es una de las golosinas y postres más consumidos en el mundo, siendo Suiza la nación que más lo incluye en su dieta (11.9 kilogramos por persona al año, según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación). En lo que respecta a México, anualmente la ingesta per capita es de 700 gramos. Y como parte de las variantes de este alimento, el chocolate blanco es uno de los más populares, gracias a su sabor, aroma y textura que encanta al paladar.
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Pero ¿qué ingredientes se utilizan para prepararlo y realmente se le podría considerar chocolate? A continuación te diremos cómo está preparado y si cumple con lo necesario para que se le considere como tal.
¿Cómo nació este chocolate?
La producción y venta de chocolate blanco data de 1936, golosina que surgió en Suiza de la mano de la multinacional Nestlé y que ganó una gran popularidad gracias al estallido de la Segunda Guerra Mundial, esto debido a que los soldados los consumían frecuentemente para tener energía en el campo de batalla.
Y si bien hasta nuestros días de se le considera una golosina, en 2002 la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) intervino para hacer una regulación de dicho alimento. Ahora, para que sea considerado como tal el chocolate blanco debe tener un mínimo de 20% de manteca de cacao, un 14% del total de sólidos lácteos, al menos 3.5% de grasa láctea y no más de 55% de azúcar.
¿De qué está hecho el chocolate blanco?
El chocolate blanco contiene leche, manteca de cacao (grasa de origen vegetal), azúcar, edulcorantes y aromatizantes, y su color suele ser marfil, no blanco como tal.
Sobre la interrogante de si es o no chocolate podemos decir que sí lo es, aunque al ser un derivado o subproducto de dicha golosina y al no contener pasta de cacao, no aporta propiedades benéficas a la salud como suele hacerlo el consumo de cacao puro, además de que contiene más azúcar y grasas.
Al momento de ir a comprar un chocolate blanco lo ideal es revisar su color, ya que entre más blanco sea quiere decir que su calidad es menor, por lo que se sugiere que elijas uno en color marfil.
Ya sea que quieras éste u otro tipo de chocolate, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) recomienda que cuando estés frente al anaquel revises la siguiente información para que compres una golosina no solo rica, sino también lo más saludable posible:
- Lee con atención la etiqueta y tabla nutrimental impresa en la envoltura o caja. Asegúrate de que la manteca de cacao no haya sido reemplazada por grasas de origen vegetal.
- Evita consumir aquellos que tengan altas cantidades de azúcar.
- Checa que la cantidad marcada en el empaque coincida con el del producto.
- Si el precio del chocolate es alto puede ser un indicador de que la golosina es de mejor calidad.
Sabemos lo rico que es el chocolate blanco, pero antes de salir corriendo por más de una barra revisa las características nutricionales que tiene y consúmelo moderadamente.