Si actualmente tu sartén lo único que hace es pegar la comida sobre su fondo, te tenemos los trucos de cocina ideales para lograr que esto no vuelva a ser un problema. ¡No te los pierdas!
Sabemos que cuando un sartén va perdiendo su adherencia, la comida se suele pegar, pero antes de que pienses en tirarlo, aún puedes probar algunos trucos de cocina que extiendan un poco su vida útil.
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Así que si estás lista para seguir ocupando ese sartén que tanto quieres, ¡sigue leyendo! Estamos seguros que los resultados te van a sorprender mucho y se convertirán en tu tip del día a día.
¿Por qué se pega la comida al sartén?
La comida puede pegarse al sartén por varias razones como: calentamiento insuficiente, sobrecarga con demasiados alimentos encima, falta de aceite o simplemente el utensilio ya está en muy mal estado.
Trucos de cocina para que no se pegue la comida en el sartén
Sal
- Pon un puño pequeño de sal gorda sobre el sartén y calienta a fuego lento.
- Deja reposar por al menos 5 minutos
- Retira la sal con papel absorbente
- Verás que tu sartén recupera su adherencia
Aceite de oliva
- Aplica unas cuantas gotas de aceite de oliva
- Deja que se caliente el sartén antes de echar la comida
Mantequilla
- Agrega un poquito de mantequilla sobre el sartén
- Engrasa bien el fondo y empieza a cocinar tus alimentos
¿Cómo curar un sartén con sal y aceite?
Uno de los remedios caseros para que tu sartén sea muy funcional y la comida no se vuelva a pegar también es curándolo con sal y aceite. Si no sabes cómo se hace, te damos los pasos para lograrlo.
- Limpia la sartén con agua y jabón para quitar cualquier residuo de fabricación u otros contaminantes.
- Sécala con una toalla limpia.
- Coloca una capa gruesa de sal en el fondo y caliéntala a fuego medio durante unos minutos.
- Apaga el fuego y espera a que se enfríe un poco.
- Usa una toalla de papel o un paño limpio para frotar la sal por toda la sartén, asegurándote de cubrir todas las áreas.
- Añade una pequeña cantidad de aceite y extiéndelo por toda la superficie con un paño o toalla de papel.
- Calienta la sartén a fuego medio durante unos minutos más, asegurándote de que el aceite se extienda uniformemente por toda la superficie.
- Apaga el fuego y deja que se enfríe por completo antes de limpiar cualquier exceso de sal y aceite con un paño o toalla de papel.
Este proceso ayuda a crear una capa protectora de aceite y sal que ayuda a evitar que los alimentos se peguen y protege el sartén del óxido y la corrosión. Repite este proceso regularmente para mantenerlo en buen estado. Para más consejos y trucos de cocina sigue nuestro contenido en Facebook.