La aparición del Covid-19, enfermedad causada por el virus SARS CoV-2, cambió por completo la forma de vida que se tenía en todo el mundo, siendo el confinamiento una de las medidas de seguridad sanitaria más sugeridas para evitar un contagio, pero también una de las más problemáticas para la sociedad que, sumado a la tasa de mortalidad causada por dicha enfermedad, ha hecho que muchos adolescentes desarrollen depresión y ansiedad.
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La incertidumbre sobre lo que puede suceder durante y después de la pandemia, así como la exposición constante a contenidos relacionados con el nuevo coronavirus y el mismo encierro, son solo algunas de las situaciones que han llevado a este sector de la población a padecer dichas condiciones emocionales.
Científicos de la Universidad de Calgary, en Canadá, recabaron datos de 29 estudios en los que participaron más de 80 mil jóvenes de todo el mundo. De este trabajo se concluyó que uno de cada cuatro experimentaban síntomas de depresión clínicamente elevados; mientras que uno de cada cinco manifestaba signos de ansiedad.
Depresión y ansiedad en adolescentes, síntomas y qué hacer para tratarlas
La depresión se define como un trastorno mental grave que provoca sentimientos de tristeza constante e intensos, además de una pérdida de interés por cosas o actividades, afectando así su comportamiento y emociones, además de causar alteraciones emocionales y físicas.
Las causas para padecer depresión durante la adolescencia con varias, entre ellas factores hormonales, un trauma durante la infancia, haber sido víctima o testigo de actos violentos, tener problemas que perjudican el autoestima (acoso escolar, burlas, entre otras), o bien padecer otras enfermedades mentales, tales como bipolaridad o trastorno de la personalidad, por mencionar algunos.
Ante la presencia del Covid-19, esta condición se podría generar debido al aislamiento social, alejamiento de sus amigos y rutinas escolares, así como la pérdida de interacciones cara a cara, además de no ser parte de eventos importantes, entre ellos graduaciones.
Los síntomas que un adolescente puede presentar cuando tiene depresión se pueden dividir en emocionales y conductuales, según Mayo Clinic.
Emocionales:
- Sentimiento de tristeza profunda que puede incluir episodios de llanto sin razón aparente.
- Sentimiento de frustración o ira, incluso en situaciones no graves.
- Sensación de desesperanza o vacío.
- Irritabilidad o molestia constantes.
- Pérdida de interés por realizar actividades cotidianas, o bien que antes generaban gozo.
- Autoestima baja.
- Pérdida de interés en amigos, familiares y estar en conflicto con ellos.
- Menosprecio hacia uno mismo.
- Fijación extrema en fallas del pasado o autocrítica excesiva.
- Sensibilidad extrema hacia el fracaso y una necesidad intensa de aprobación de los demás.
- Afectaciones en la concentración y memoria.
- Dificultades para tomar decisiones.
- En casos graves pensamientos de muerte o suicidio.
Conductuales:
- Fatiga o cansancio crónico.
- Insomnio recurrente o dormir por mucho tiempo.
- Disminución del apetito y pérdida de peso, o bien aumento de peso.
- Consumo de bebidas alcohólicas con mayor frecuencia.
- Agitación o imposibilidad de quedarse quieto.
- Afectaciones en habilidades mentales y movimientos corporales.
- Dolores de cabeza constantes, sin razón aparente.
- Aislamiento social.
- Menos preocupación por su imagen o apariencia.
- Episodios de ira o enojo exacerbados
- Lesiones autoinflingidas.
La ansiedad, por otro lado, es un estado mental que se caracteriza por una sensación de inquietud e inseguridad extremas, así como la experimentación de temor, a veces inexplicable.
Dicho estado mental puede ser causado por factores bioquímicos en el cerebro, derivados de una situación traumática o de riesgo, al igual que por cuestiones genéticas.
Los síntomas o signos que distinguen la ansiedad en los adolescentes son:
- Nerviosismo excesivo.
- Sensación de peligro o pánico inminente.
- Aumento del ritmo cardiaco.
- Dificultad para respirar.
- Sudoración.
- Sensación de debilidad o cansancio.
- Dificultad para concentrarse.
- Problemas para conciliar el sueño.
- Afectaciones a nivel gastrointestinal.
- Sensación de preocupación constante.
- Evasión de situaciones que generan ansiedad o estrés.
¿Cómo apoyar a un adolescente con estos trastornos?
La mejor manera de apoyarlo es recurriendo a un profesional de la salud mental, como un psicólogo o psiquiatra para que brinde la terapia más adecuada para atender dichos problemas y cuidar que su tratamiento sea continuo y haya disposición de parte del joven.
También es importante que trates de comprender su situación, seas empático con él o ella y le brindes apoyo emocional para que sienta un respaldo emocional que lo ayude a superar la depresión o ansiedad, o ambas.
La salud mental también debe ser una prioridad. Busca ayuda profesional y vela por tu bienestar.