Recientemente la la Universidad Británica de Bath publicó un estudio en donde explica cuáles son los alimentos más peligrosos para el cerebro, por lo que sería mejor que vayas pensando en disminuir su consumo en tu dieta diaria o quizás pensar seriamente en excluirlos o comerlos muy de vez en cuando.
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Los alimentos que contienen gran cantidad de azúcar dañan la enzima vital involucrada en la respuesta inflamatoria en las primeras etapas del Alzhéimer y esto porque los niveles altos de azúcar en la sangre provocan inflamación en todo el cuerpo.
Según la Universidad de Bath estos son los alimentos más peligrosos para nuestro cerebro:
- Panes dulces
- Dulces
- Refrescos
- Papas fritas
- Hamburguesas
- Chatarra
En general estos ingredientes que están en la comida chatarra, azúcar, exceso de sal refinada, el ácido fosfórico, el glutamato monosódico, grasas saturas, alimentos procesados, el alcohol y la cafeína, son perjudiciales para nuestro cerebro pues pueden generar alteraciones en el organismo, bajar nuestras defensas y en especial dañar o deteriorar al cerebro.
Otro estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition demostró que el consumo de carnes procesadas es un riesgo potencial para la demencia incidente. Los alimentos fritos y la comida rápida, por su alto contenido en grasas saturadas, provoca la destrucción lenta de las células nerviosas del cerebro, lo que deteriora la capacidad de aprender y formar nuevos recuerdos.
Una mala dieta no solo pone en riesgo a tu cerebro, la comida chatarra y/o procesada con altos niveles de azúcares pueden causar enfermedades como diabetes 2, en la que los niveles de glucosa en sangre son demasiado altos; la diabetes tipo 2, en donde el organismo no produce ni usa bien la insulina. Sin suficiente insulina, la glucosa permanece en su sangre.
Es muy importante tener una dieta adecuada pues de esta forma nuestro cerebro conserve su juventud y energía, así como su desempeño en los procesos cognitivos como razonamiento, memoria y aprendizaje, además una buena alimentación ayuda a nuestro sistema inmune, pero a nuestro cerebro lo ayuda a mantenerse alejado de las enfermedades cerebrales como las neurodegenerativas y a estabilizar nuestro estado de ánimo.