El día de muertos es un día único en la cultura mexicana, se conoce a nivel internacional y es lo más bello que tenemos para ofrecer ya que con este día se recuerda y honra a aquellos que se han marchado, que en su vida nos marcaron, amamos, sin duda es una víspera significativa para muchas familias que lo celebran.
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Las ofrendas son una tradición prehispánica llena de leyendas, mitos o relatos que nos arraigan a la cultura y tiene una dualidad como todo, la tristeza junto con la alegría ya que recordar a nuestros difuntos nos genera una nostalgia, pero hacemos el esfuerzo de mantenerlos vivos en nuestra mente con memorias alegres. Los mexicanos celebramos la muerte ofreciendo a los difuntos comida, objetos que fueron de su agrado, antojos o flores.
¿Qué día llegan los difuntos a las ofrendas?
En realidad, el Día de Muertos consta de diversas “secciones” o varios días específicos, comenzamos con el que probablemente el menos conocido pero que también se hace con cariño es el 27 de octubre donde se le recuerda a todos los animalitos que hemos tenido como amigos, así es, también a ellos se les ofrenda y puedes poner uno de sus juguetes, comida e incluso puedes poner una foto de ellos.
La ofrenda se monta con días especiales según las características de los difuntos o la manera en la que fallecieron, por ejemplo, el 28 de octubre, según páginas oficiales del Gobierno de México, se les recuerda a los difuntos que tuvieron muertes violentas o trágicas. El 30 y 31 de octubre se le ofrenda a los más pequeños o a los limbitos (niños que fallecieron sin ser bautizados) y se pide para que sus almas descansen eternamente en el cielo, se puede poner alguna mantita, juguete o ropita que llegaron a usar, productos para bebés.
El 1 de noviembre es el Día de Todos los Santos y se le hace un altar al Santo de la devoción que tenga cada persona y el día 2 de noviembre es el famoso Día de los Muertos la máxima festividad mexicana que se ha transmitido a diversos lugares del mundo, que hoy por hoy se celebra con mucho cariño. Comienza desde las 12:00 am y antes en los pueblos se anunciaba con un tañido representativo de campanas pertenecientes a las Iglesias, aún se puede escuchar en algunos lugares.
Estas fechas dan inicio a muchos ritos en diferentes pueblos o estados de México, unos acostumbran a ir a limpiar las tumbas de sus difuntos, hay quienes incluso sacan los huesos para limpiarlos y regresarlos, se adornan caravanas, calandrias, trajineras o canoas que representan a ciertas regiones. También los niños salen el día 2 a pedir “calaverita”, es una costumbre compuesta, donde se combinan dos culturas, la mexicana y la americana.
Uno de los ritos más importantes es el altar y el camino de cempasúchil, el primero que es la ofrenda o el altar, ayuda a que los difuntos tengan un sitio a dónde llegar, que puedan observar los recuerdos que nosotros los vivos tenemos para ellos. Por otra parte, el camino es un puente que ayuda a los muertos a atravesar del más allá para que lleguen a este mundo por solo estas fechas, también las flores de cempasúchil representan al sol por lo que se usan para iluminar el camino de los difuntos.
Los indígenas celebraban a la muerte en su cultura, la hacían parte de una unidad dialéctica y la hicieron presente a todo momento, eso fue el detonante maestro para que dicha celebración perdurara hasta ahora. Con esta celebración vienen varias leyendas, unas de ellas o las más conocidas son las de “la flor de cempasúchil”, “ el reloj de arena”, “la muerte”, “alebrijes” y “la llorona” aunque esta última no es de la fecha, realmente es muy homenajeada y recordada, incluso las pequeñas se disfrazan de ella.