La ropa de cama y en especial las fundas de las almohadas son prendas que de hecho ni siquiera son consideradas prendas por que nos la usamos para vestirnos, pero considerando que pasamos un tercio de nuestra vida dormidos tal vez deberíamos poner atención al tiempo que pasamos ahí y el tiempo que duran limpias.
En el caso específico de las fundas de las almohadas, a diferencia del resto de la ropa de cama, son telas que todo el tiempo están en contacto con la piel de nuestro rostro, la cual es mucho más delgada y sensible, así que hay que poner especial atención en ellas ya que podría hacer una enorme diferencia.
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Además de ser un punto fundamental de la higiene personal, imagínate dormir todos los días con el mismo pijama, cambiar las fundas también es una cuestión de salud ya que además de nuestra piel está muy cerca de nuestra nariz y puede incluso causar alergias por todas las partículas que guarda.
¿Qué pasa si no cambio la funda de mi almohada?
La funda de la almohada, al igual que el resto de la ropa de cama con el paso del tiempo estas van acumulando bacterias, sudor, ácaros de polvo, células muertas de la piel y restos de todas esas cremas que usamos todos los días en cara y cuerpo. Esas todas partículas de suciedad son las principales causantes de irritaciones en la piel y aparición de espinillas y puntos negros.
¿Cuándo hay que cambiar la funda de la almohada?
De acuerdo con Shannon Lush, una escritora australiana mejor conocida por brindar consejos de limpieza del hogar y demás truco, las fundas de las almohadas solo duran 2 días limpias y en condiciones para estar en contacto con la piel de nuestro rostro, pasando este tiempo llegó el momento de cambiarlas para evitar que el rostro y el cabello estén en contacto directo con ella y puedan provocar espinillas. Recuerda seguirnos en Facebook.