Organizar una fiesta requiere cierta dedicación y una inversión de dinero, por lo que es sumamente triste y decepcionante cuando no llega ningún invitado. Esto fue lo que le pasó a Vanessa Brillit, una mujer de Zuazua, Nuevo León, quien quería celebrar el cumpleaños de su hija, pero al no llegar nadie publicó en Facebook que quien quisiera llegar, lo hiciera. Sin embargo, al momento de estar repleto el lugar, comenzó a correr a la gente. Esta situación, además de memes y burlas, también desencadenó debates sobre las mejores formas de pedirle a personas en tu casa o una reunión que se vayan amablemente.
La situación de Vanessa Brillit era complicada porque tenía grandes cantidades de comida e incluso había contratado a un grupo infantil. Para no desperdiciar la fiesta, decidió invitar a cualquier persona que viera su publicación en Facebook. Ella dio a entender que todo el mundo estaba invitado y compartió la dirección del festejo. La gente no dudó en hacerse presente, pero las cosas no salieron como todos esperaban y una vez llena la celebración, la organizadora decidió pedir a todos los desconocidos que se retiraran.
Vanessa Brillit anunció por micrófono: “Quiero dar un comunicado, a toda la gente que invité por Facebook ¿Si se puede retirar, por favor? Este es un festejo familiar”. Esta acción generó memes, burlas e indignación entre los invitados improvisados, quienes llevaron regalos y a sus hijos pequeños. Aunque la anfitriona se comprometió a devolver los regalos, la situación ya había causado malestar y con justa razón, pues al correr a la gente, se sintieron ofendidos. Por ello, es importante saber cómo pedirle a alguien que se vaya de tu casa amablemente.
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Así puedes correr a tus visitas amablemente y sin ofender a nadie
- Sugiere que lleven la fiesta a otro lado
Una manera sutil de hacer que tus invitados se vayan es proponer continuar la fiesta en otro lugar. Puedes decir algo como: “¡Ha sido una noche increíble! ¿Qué les parece si seguimos en el bar de la esquina?” De esta manera, no solo insinúas que es hora de irse, sino que también mantienes el ánimo festivo y demuestras interés en seguir disfrutando con ellos, solo que en otro entorno.
- Actúa como si ellos fueran los que estuvieran listos para irse
Otra táctica efectiva para decirle amablemente a tus invitados que es tiempo de que se vayan de tu casa, es actuar como si ya hubieran manifestado su intención de irse. Puedes empezar a decir cosas como: “¿Necesitan ayuda para encontrar sus abrigos?” o “¿Les pido un taxi?” Esta estrategia hace que tus amigos o familiares sientan que ya es momento de decir adiós sin que te veas forzado a pedirlo directamente.
- Haz un recordatorio de que tienes otros compromisos
Recordar amablemente que tienes otros compromisos puede ser una señal clara y respetuosa de que la fiesta ha llegado a su fin. Puedes decir algo como: “Ha sido genial pasar este tiempo juntos. Tengo una reunión temprano mañana, así que necesito prepararme.” Este recordatorio establece tus límites de manera educada y sin correr directamente a tus invitados.
- Bosteza repetidamente
A veces, el lenguaje corporal puede ser tan efectivo como las palabras. Bostezar repetidamente es una señal natural de que estás cansado. La mayoría de las personas captarán la indirecta de que estás listo para terminar la noche. Puedes acompañar los bostezos con comentarios como: “¡Qué día tan largo he tenido! Creo que mi cuerpo me está pidiendo descanso.”
- Comienza a limpiar o lavar los trastes
Comenzar a limpiar o lavar los trastes puede ser una señal sutil pero clara de que la fiesta ha terminado. Al ver que empiezas a ordenar, tus invitados entenderán que es hora de irse. Puedes decir algo como: “Voy a empezar a recoger un poco para mañana.” Este acto no solo sugiere el fin de la reunión, sino que también puede motivarlos a ofrecer ayuda, acelerando así el proceso de despedida.
Saber cómo pedir a tus invitados que se vayan de tu casa de manera amable y sin causar ofensas o pienses que los corres es una habilidad social importante. Estas cinco estrategias te permitirán hacerlo con tacto y respeto, asegurando que todos se vayan con una sonrisa y buenos recuerdos de la velada. Recuerda que la clave está en ser considerado y mantener un tono positivo para que todos se sientan cómodos y respetados.