Todo mundo damos por hecho que sabemos identificar cuál es una fruta o cuál una verdura, lo que nos recuerda que muy raramente alguien sabe si el tomate es fruta o verdura (es fruta). Todo esto es porque la diferencia no radica en si una es dulce o la otra no, o si es jugosa y la otro no. Ambas, frutas y verduras, provienen de plantas pero tienen una sustancial diferencia.
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Cuando uno comienza una dieta sabemos la importancia de incluir frutas y verduras, no obstante parece que no tenemos muy claro cuál es cuál. La diferencia radica en que las frutas o frutos son los “ovarios” que contienen las semillas, éstas tienen una función reproductiva, mientras que las verduras son tomadas de cualquier otra parte de la planta, como la raíz, los tallos o las hojas que consumimos los humanos.
Las verduras
Las verduras son las hortalizas en las que la parte comestible está constituida por sus órganos verdes, hojas, tallos, inflorescencia. Dentro de sus beneficios están su baja densidad calórica, tienen un alto contenido de agua, son ricas en fibra soluble e insoluble, tienen baja cantidad en materia grasa y al ser de origen vegetal no contienen colesterol; además proporcionan una amplia variedad de vitaminas.
¿Cómo ubicar qué tipo de verdura voy a consumir? Se clasifican de acuerdo con la parte de la planta de la que son tomadas:
- Semillas: haba, frijol, soya.
- Tubérculos: papa, camote.
- Raíces: zanahoria, rábano.
- Tallos: espárrago, puerro.
- Hojas: espinaca, col.
- Bulbos: cebolla, ajo.
- Flores: brócoli, alcachofa.
Aunque no lo creas son frutas
Dentro de sus cualidades nutricionales están su alto contenido de hidratos de carbono, como azúcares mono y disacáridos (glucosa, fructosa y sacarosa); son fuente importante de vitaminas y ácido fólico, así como de minerales; contienen antioxidantes, flavonoides, terpenos, selenio, compuestos fenólicos y sustancias fitoquímicas, además aportan fibra y agua.
Las frutas se clasifican según su naturaleza:
- Frutas carnosas: su contenido en agua es comestible y está por arriba del 50%. Son de textura blanda, azucaradas y aromáticas. Por ejemplo, la naranja, la pera, la manzana, el melocotón, las fresas o el plátano.
- Frutos secos: en su composición natural, sin manipulación humana, tienen menos de un 50 % de agua. Por ejemplo, la almendras, la nuez de la India, avellanas, pistaches o piñones.
- Furtas oleaginosas: "oleaginoso" proviene de la palabra latina Oleum que significa "aceite", lo que nos indica que son alimentos vegetales de los que puede extraerse aceite, por ejemplo el coco o la oliva.
Ahora sí con toda está información no tengas miedo en elegir una dieta equilibrada en frutas y verduras.