La microbiota o flora intestinal, es el conjunto bacterias que se encuentran en nuestro intestino, éstas son beneficiosas para el desarrollo del sistema inmune, así como para la conducta humana y el estado de ánimo, además diferentes malestares o enfermedades están relacionadas con estos microorganismos vivos como malestares inflamatorios o el estreñimiento.
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La microbiota, también se asocia con otro tipo de patologías como la obesidad, el asma o diferentes enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, algo que puede ayudar a prevenir estos malestares son los prebióticos, una forma de fibra que alimenta a las bacterias de nuestro intestino.
Es importante que cuides tu microbiota porque gracia a ella tenemos una digestión sana, dormimos bien, nuestras hormonas se equilibran así como nuestro estrés. Por ello es indispensable comer alimentos con prebióticos pues contienen fructanos, maltodextrina, almidón resistente, lactulosa y galactooligosacáridos de la leche materna. Estos componentes con alta fibra provocan beneficios en la microbiota que habita el intestino.
Prebióticos ¿dónde los encuentro?
Los prebióticos son ingredientes alimenticios que el organismo no puede digerir y por ello, estimulan el crecimiento y la actividad de los probióticos en el colon y se encuentran en alimentos de origen vegetal y en la leche materna. Las fuentes principales son el ajo, la cebolla, las alcachofas, los plátanos verdes, la miel, el trigo, la avena, la soja, las legumbres, los espárragos, la achicoria y el puerro.
- Legumbres, patata y boniato, por la rafinosa y estaquiosa
- Alcachofas, achicoria y banana verde, trigo, avena, cebada, ajo, cebolla y puerro, por los derivados de inulina que contienen.
- Espárrago, porque posee fructooligosacáridos
De esta forma, la interacción entre los alimentos prebióticos y las bacterias intestinales ayudan a la liberación de las moléculas como los ácidos grasos de cadena corta y a el desarrollo de las bacterias intestinales buenas y por el contrario ayudan en el detrimento de las malas.
Los probióticos, por su parte, son microorganismos vivos, bacterias y/o levaduras, que podemos encontrar en forma de suplementos alimenticios o en alimentos que han sufrido una fermentación como el yogurt, kéfir o el miso. Entonces, los probióticos son alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos destinados a mantener y/o mejorar la microbiota del cuerpo, mientras que los prebióticos son alimentos con alto contenido de fibra que actúa como nutriente para la microbiota humana.
La microbiota intestinal se forma desde el nacimiento de cada persona y por ello presenta una identidad bacteriana única consecuencia de sus hábitos de vida.