Un yogurt natural es un producto lácteo obtenido por la fermentación de microorganismos específicos de la leche, éste es resultado de la fermentación y pasteurización de la leche. La fermentación produce ácido láctico, esta sustancia le da su textura y cremosidad. Sin embargo también posee vitamina B12, fósforo, potasio, proteínas y ayuda a la salud digestiva por la cantidad de probióticos que contienen. Pero hay distintos tipos de yogurt.
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Los más conocidos son el yogurt griego y el natural. Los primeros yogures fueron por fermentación espontánea, cuando por accidente alguna bacteria se alojó en el interior de las bolsas de piel de cabra en las que transportaba la leche fresca. No obstante, hoy es por un proceso químico provocado por el hombre.
¿Cuál es la diferencia entre el yogurt griego y el yogurt natural?
El griego tiene un sabor más agrio y es más espeso que el natural, esto se debe a que el suero, la sustancia líquida que queda después de que la leche se ha cuajado y colado, es eliminado, y esto influye en el contenido nutricional de los dos tipos de yogur.
¿Cómo es el yogurt griego?
El yogurt griego tiene menos azúcar y más proteínas que el natural, pero el regular proporciona el doble de calcio mineral que fortalece los huesos. Te enumeramos los últimos beneficios que puede tener este lácteo:
- Bajo nivel de lactosa en comparación de otros productos lácteos.
- El proceso de fermentación mantiene cultivos vivos y activos que se encargan de convertir la lactosa en ácido láctico.
- Tiene el doble de proteínas que el normal
- Menos Sodio
Sin embargo, ambos tipos de yogurt son muy recomendables para la salud pues también reduce el colesterol, alivia la diarrea, evita alergias y alivia la intolerancia a la lactosa. Gracias a su sabor y textura cremosa lo puedes mezclar con frutas y cereales.