El dolor de senos es bastante común y todas las mujeres, al menos una vez en la vida, confiesan sentirlo con molestias en la zona que muchas veces impiden la ejecución correcta de actividades. Y es que esta incomodidad se relaciona con alteraciones de diferentes tipos, ya sea de hormonas, cambios en el tejido mamario, enfermedades, menstruación, así como otras que a continuación conocerás.
Te podría interesar
Causas comunes del dolor de senos en las mujeres
- Hormonas
Una de las causas más comunes del dolor de senos en las mujeres está relacionada con los cambios menstruales, pues éstos, de manera habitual, provocan una serie de alteraciones en el cuerpo que generan sensibilidad, hinchazón y bultos. Es posible que las señales aumenten con el envejecimiento debido a que existe mayor sensibilidad a las hormonas.
- Tamaño de los senos
El peso de los senos está directamente relacionado con el dolor que puede llegar a sentirse, por lo tanto, las mujeres cuyo busto es grande, sufrirán no sólo de malestares en la zona que se aborda, sino también en áreas como el cuello, la espalda y los hombros. Para evitar el dolor se recomienda corregir la postura.
- Sujetador
Mucho se habla de que algunas mujeres, la mayoría, no usan la talla de sujetador adecuada, y esto, según los expertos, es un problema que al causar una mala estabilidad genera dolores o rebotes del cuerpo que son completamente innecesarios y que detonan molestias como flacidez o presión.
- Embarazo
Es muy común que en los primeros ciclos del embarazo, entre las 5 y 7 semanas, exista una fuerte sensibilidad en los senos debido a que éstos crecen y cambian durante el proceso, pues el cuerpo comienza a acumular grasa, tejido y glándulas mamarias además de que se alista en aumentar el flujo sanguíneo para la lactancia. También hay casos en que el dolor en los pezones crece.
- Efectos secundarios
Hay medicamentos cuya fórmula puede causar dolor y mayor sensibilidad en los senos. Algunos de los ejemplos más comunes son las pastillas anticonceptivas, hormonales orales, diuréticos, esteroides, estrógenos, tratamientos para la infertilidad, antidepresivos y progesterona posmenopáusica.
Es importante acudir al médico en caso de sospechar que algún tratamiento recetado es la causa de los malestares.