Desde hace años el mundo se enfrenta a una de las pandemias más graves que ha experimentado la humanidad, la obesidad, más allá de los estándares de belleza, el sobrepeso es una enfermedad real que ha alcanzado dimensiones nunca antes vistas.
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La obesidad la responsable de la muerte de más de 2.8 millones de personas al año alrededor del mundo de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud OMS y es que de acuerdo con esta misma institución el promedio de calorías que se recomiendo ingerir durante el día es de 2 mil, sin embargo, de los 172 países 170 exceden el consumo recomendado.
Para que podamos imaginar la magnitud del problema vayamos con datos nacionales, en México el promedio de calorías consumidas diarias es de 3 260 calorías diarias, es decir, unas 1,260 por encima de la sugerencia internacional, casi el 50%.
Lamentablemente los malos hábitos alimenticios son muchas veces la principal causa de la obesidad y son cosas tan cotidianas que ni siquiera tomamos en cuenta. Uno de ellos es el consumo de bebidas azucaradas, ya que solo 500 ml al día aportan el 5.8% de las más de 3,000 calorías que ingieren los mexicanos.
Sin embargo, los expertos en nutrición aseguran que no hay alimentos “malos” ni “buenos” ya que, para evitar la obesidad y el sobrepeso, todo está en las porciones y otros factores, por ejemplo:
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) un factor fundamental para el incremento de la obesidad en los mexicanos es el sedentarismo ya que 6 de cada 10 adultos mexicanos no realizan actividad física, mientras que el tiempo que pasan frente al televisor registró un incremento de 24% durante los últimos 12 años.
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Lamentablemente este es un dato que se repite en los niños ya que ellos tiene un promedio de entre 4 y 5 horas diarias frente a los dispositivos, lo que los lleva a presentar problemas de obesidad a temprana edad.