Por alguna razón a lo largo de la historia llorar se ha visto como un acto de debilidad o cobardía, es por eso que es común que las personas traten con todas sus fuerzas de aguantar las ganas de llorar; sin embargo, esto puede traer consecuencias en la salud.
Han sido muchos los estudios los que demostraron que aguantarse las ganas de "chillar" perjudica la salud de quienes lo hacen, es por eso que es tan importante eliminar la idea de que sólo las personas débiles lloran, cuando contenerlo sólo atrae consecuencias negativas no sólo a la propia estabilidad psicológica de las personas, sino que también a su propia salud.
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Consecuencias de aguantarse llorar
Empecemos recordando que el llanto puede deberse a un sinfín de motivos, podemos llorar de terror, de pena, de alegría o de tristeza. Hay personas que tienen ganas de llorar cuando se sienten contentos por un hecho inesperado que les genera emoción y sorpresa, y quienes no pueden llorar en público.
Contrario a lo que se cree, llorar no es malo. Al contrario, ayuda a que las personas se liberen por dentro mientras deja escapar sus emociones y sus tensiones más extremas y tienen varios beneficios.
Si lo vemos desde el punto físico, el llorar ayuda a eliminar las sustancias tóxicas acumuladas por nuestro organismo, a la vez que previene la aparición de diversas enfermedades cardiovasculares.
Además, psicológicamente hablando, una persona que no llora cuando lo necesita no es capaz de liberar la tensión interna mental que tiene, lo cual puede causarle que sufra una mayor predisposición a sentirse ansioso o estresado.
Llorar ayuda a la hora de superar un determinado hecho traumático, ayudándonos a relajarnos y a desahogarnos internamente.
Por lo que aguantarse las ganas de llorar tiene consecuencias en la salud como:
- Sufrir algunos trastornos intestinales, ya que la tensión acumulada puede manifestarse en forma de colitis nerviosa o llegar hasta a generar úlceras.
- Causa mucha tensión interna.
- Puede ocasionar un aumento del riesgo y de la probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares.
Es momento de eliminar esa vieja creencia que llorar es para los débiles y dejar de aguantarse las ganas de llorar, pues desahogarnos en el momento adecuado podrá ser muy beneficioso para la salud tanto física como mental.
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