Los padres son para los niños un referente de comportamiento y actitud. Ya que su principal convivencia es el núcleo familiar. Los niños desde que son pequeños aprender de comportamiento a través de los padres y fortalecen sus lazos emociones.
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Contar con la presencia de su mamá o papá ayuda a forjar lazos fuertes entre ambos, tanto hijos como padres. Ya que la maternidad o paternidad son símbolo de cuidado, amor y socialización, el niño aprende a tratar a otras personas.
En el caso de las madres, funge como símbolo de apego lo que permite fortalecer el vínculo emocional. Incluso se dice que desde el parto un bebé y la madre forjan lazos fuertes que delimitan cuestiones de carácter como es ser introvertido o extrovertido.
Así afecta la ausencia de una madre en la infancia
Si bien ya planteamos la importancia de que la madre este presente en la infancia de los niños, es importante comprender que en la primera etapa de un pequeño, el desarrollo emociona y aprendizaje le permitirá ser más autónomo. De no ser así estos podrían ser los efectos:
Comencemos por los problemas de salud, la desnutrición es un padecimiento que influye con la ausencia de una madre, ya que sí no está presente para darle los nutrientes que necesita podría tener problemas de salud. Incluso si la madre no está la perdida de apetito sería un factor de riesgo.
Problemas de salud pueden ser derivadas de la tristeza o el miedo, provocadas por la ausencia de la madre. Como mencionamos en los primeros años la menor forja su salud emocional, es por eso que sentirse solo podría generar padecimientos.
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A nivel de salud emocional el pequeño puede comenzar a sentir la ausencia de su madre como una forma de rechazo o abandono que puede detonar emociones negativas como la baja autoestima.
Sumado a ello, existen problemas de comunicación que se convierten en un detonante de la ausencia de la madre como es un llanto sin sentido o muchos berrinches.
Recuerda que ser parte de la vida de los hijos se convierte en una responsabilidad, pero también en una satisfacción de ver crecer a un individuo sano tanto física como emocionalmente. Si no te sientes segura de tus decesiones con tus hijos, recuerda que siempre habrá quien te oriente.