Los bebés arcoiris son aquellos que llegan después de la pérdida de un hijo; esto puede ser por varias razones, ya sea un aborto natural o porque el pequeño fallece después de nacer. Estos nenes llegan durante y después del duelo de los padres para iluminar nuevamente sus vidas.
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Reciben este nombre en representación de este acto de la naturaleza y hace referencia a la frase “Después de la tormenta llega la calma”, en este caso, un hermoso y bello arcoiris. Son dadores de calma y alegría.
Si bien la llegada de un nuevo bebé a todos puede crear ilusión y felicidad, la espera de los bebés arcoiris suele estar rodeada también de ansiedad y mucho temor, pues los padres aún tienen miedo de que algo malo pase con esta nueva criatura.
¿Qué miedos se vive durante el embarazo de un bebé arcoiris?
Los expertos afirman que aquellos padres que pierden a un primer bebé pierden consigo su inocencia y se sienten traicionados por la vida o incluso por sus propias creencias religiosas. Entonces, cuando se enteran de que un nuevo bebé viene en camino, si bien pueden sentirse felices, también viven en constante ansiedad pues la muerte podría llamar a su puerta otra vez.
Entre los miedos más grandes que las madres sienten en su espera de un bebé arcoiris se encuentra el sentirse demasiado apegada a pequeño “antes de tiempo”. Por ello suelen verse inseguras de hablarles en la pancita, acariciarlos, cantarles e incluso imaginar cómo se verán cuando nazcan. Esto no es por que no deseen con todas sus fuerzas a su hijo o hija, sino lo hacen como un protección ante la incertidumbre.
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¿Qué apoyo necesitan los padres que están en espera de un bebé arcoiris?
En primer lugar es importante recalcar que un bebé arcoiris no llega al mundo a reemplazar al niño que lamentablemente falleció. Este hijo a hija viene a multiplicar las capacidades de amar de los padres y no solo a llenar un espacio vacío.
Por eso es importante que aquellos cercanos a la pareja sean cuidadosos con sus comentarios. Lo mejor es acompañar y respetar los procesos y el momento sobre todo de la mujer embarazada, pues una gestación así supone mayor desgaste físico y emocional que el habitual. Pero ten por seguro que cuando llega ese bebé arcoiris al mundo, la vida vuelve a ser perfecta otra vez.