¿Cómo ser feliz?, millones de personas se preguntan esto día con día, pensando que cuando conozcan la respuesta hallarán el destino prometido: la alegría plena. Este estado de ánimo es universal, pero no todos acceden a él de la misma manera, cada quien tiene sus propios caminos. ¿Quieres encontrar los tuyos?, sigue estos 5 hábitos, la ciencia ha confirmado que activan las hormonas de la felicidad.
Así como lo oyes, la alegría no es una obra del destino o de la casualidad, es una reacción química que ocurre en nuestro cerebro por ciertas hormonas. Y no solo eso, la vida con esta etiqueta también resulta mucho más plena y pacífica. Es así que podemos entender la felicidad como el resultado de un proceso hormonal después de un estímulo agradable.
Ser feliz no es un destino, es un camino en el cual podemos andar día con día. No podemos estar a la expectativa de que diario recibiremos buenas noticias como un aumento de sueldo, o un logro de un ser querido, las cosas no funcionan así; es por esa razón que debemos cultivar nuestra felicidad y amor propio a partir de pequeños hábitos constantes. ¿Quieres saber cuáles son?, la ciencia tiene la respuesta. Pero antes es importante que sepas cuáles son las hormonas de la felicidad, o aquellas que nos hacen sentir bien.
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¿Cuáles son las hormonas de la felicidad?
Luego de diversos estudios científicos, se ha determinado que existen 4 hormonas de la felicidad: dopamina, oxitocina, serotonina y endorfina; te explicamos qué sensaciones activan cada una de ellas. La dopamina es la sustancia química que se libera cuando hay motivación y una recompensa valiosa por lo que estamos haciendo, es lo que nos hace ser competitivos por nuestras metas.
La oxitocina, o también llamada hormona del amor, es la que nos hace sentir y crear vínculos afectivos con otras personas, es aquella que nos genera la sensación de cariño y confianza. La serotonina es la hormona de la felicidad por excelencia, esta se libera cuando el cerebro quiere nivelar un malestar o incomodidad; controlan el apetito, la temperatura corporal y brinda estabilidad emocional. Por último, la endorfina es aquella sustancia que el cerebro libera para calmar un dolor, como cuando acabas de hacer ejercicio, es la que mantiene un estado emocional fuerte.
¿Qué hábitos activan las hormonas de la felicidad según la ciencia?
Háblate en segunda persona y en positivo
Cómo nos hablamos es fundamental para nuestra autoestima, amor propio y actitudes futuras. Es por esa razón que las formas importan tanto; no es lo mismo decir "soy un fracasado, no pude hacer esto", a decir "Tú puedes, quizá ahora fallaste pero tendrás mejores herramientas la siguiente vez".
Un estudio de la Universidad de Michigan (2014) explica que si nos hablamos en primera persona tendemos a usar expresiones negativas, en cambio si lo hacemos desde la segunda somos más positivos. Esto debido a que tomamos distancia de las emociones y podemos verlas con mayor sensatez.
Hacer ejercicio
La revista 'The Lancet' publicó un estudio en el que determinó que las personas que hicieron ejercicio durante cierto periodo de tiempo fueron más felices que las sedentarias. Este análisis se llevó a cabo en más de 1 millón de personas, y expresó que los que hacían ejercicio tuvieron 43.2% menos días con una salud mental negativa. Además, también se afirma que la gratificación por esta actividad puede superar la ocasionada por el dinero.
Ponerle nombre a las emociones
Las hormonas de la felicidad también necesitan de tu ayuda, y de tus procesos mentales, para poder activarse. Un estudio publicado por la 'National Library of Medicine' demostró que cuando etiquetamos las emocionas estamos frenando la actividad de la amígdala, la zona del cerebro que se activa cuando tenemos sensaciones intensas; esto puede reducir hormonas negativas y dar paso a que salgan las positivas. Por eso es que se recomienda tener un diario para plasmar nuestro sentir.
Abrazar
Cuando alguien que queremos nos abraza, nuestro cuerpo reduce los niveles de cortisol (hormona del estrés) y da entrada a la oxitocina y serotonina. Y hay una teoría que afirma que los abrazos son asociados con el bienestar y la protección; la profesora de neurociencia y comportamiento de la Universidad de Liverpool, Susannah Walker, afirma que desde bebés estamos predispuestos a abrazar para garantizar la supervivencia, eso hace que cuando somos adultos condicionemos este estímulo con sensaciones agradables y podamos ser alegres.
Ser lo más sociables que podamos
La Universidad de Harvard publicó una investigación en la que determinó que, aquellas personas que son cercanas a su familia y amigos viven más, son físicamente más saludables y alcanzan sus objetivos de forma satisfactoria. La misma autopercepción de los sujetos que se analizaron coincidía con este hecho; los que se sienten más alegres son los que tienen más y mejores relaciones.
Como puedes ver, las hormonas de la felicidad se activan con hábitos que puedes tener en tu día a día; no tienes porque esperar una noticia espectacular para abrazar la alegría, lo puedes hacer con "pequeñas cosas". Esperamos que el contenido te haya gustado, recuerda seguirnos en Instagram para más información como esta.