Vivir con una persona manipuladora, victimista y hasta narcisista es un completo desafío. En especial cuando se trata de tu madre, una figura de autoridad tan importante a la que posiblemente quieras hacer muy feliz y de quien se nos ha enseñado que se debe obedecer y respetar siempre. Pero en la vida hay que romper paradigmas.
Las madres manipuladoras y victimistas generalmente ven a sus hijos como extensiones de sí mismas. Si piensas que muy posiblemente tienes padres así, se caracterizan por ser personas que quieren saber todo lo que les ocurre a sus hijos y quieren controlar sus conductas para hacer justo lo que ellos creen "correcto".
En el momento que la hija o el hijo quieren "rebelarse", la forma más común de reaccionar es tomar un papel de víctima y de no hacerse responsable de ninguna de sus acciones, en cambio, responsabilizan al hijo de cualquier acción que ellas tomen. ¿Tienes una madre manipuladora y victimista? Aquí te mostramos algunas frases que pudiste haber escuchado.
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Frases de madres manipuladoras y victimistas que seguro te suenan
- "¿Te vas de casa? Pues lárgate y déjame sola, ya sé que a nadie le importa si yo me muero"
- "Un día te vas a arrepentir. Quiero lo mejor para ti pero no me haces caso, nunca quieres hacer lo que yo te digo"
- "Él no te conviene, nadie te va a cuidar como yo"
- "Me tienes que cuidar porque yo soy tu madre, yo te di la vida"
- "No sé cómo te aguanta tu novio, eres insoportable"
- "Tendría una carrera si no hubiera sido por ti, ¿para qué naces?"
- "Ay, no es cierto, ¿cuándo dije yo eso?"
- "Eres demasiad sensible, ¿por qué haces tanto drama de todo?
- "¿Cómo que no me vas a llevar a la terminal? Si no, no me puedo ir de vacaciones"
- "¿Por qué no eres más como tu hermano? Él sí es el orgullo de la familia"
- "Nunca fuiste un buen estudiante, yo a tu edad era más inteligente"
¿Cómo lidiar con una madre manipuladora y victimista?
Establece límites: Es complicado, pero debes de reflexionar de hasta dónde quieres soportar. Una vez que lo tengas claro, comunica lo que estás dispuesta y no a hacer o permitir por tu madre. Una vez que lo hagas, el siguiente paso es mantener la calma.
- Planifica tus respuestas: Prepárate para una conversación complicada. Lo mejor es que anticipes algunas de sus respuestas para cuando las cosas se salgan de control, una especie de ruta de escape a seguir si es que la conversación ya no es posible. Prepara las frases "tengo que irme" o "tenemos que aceptar que no estamos de acuerdo".
- Acepta y "déjalo ir": Si existe algo que tienes que entender es que no puedes ir por la vida con la presión de mantener feliz a tu madre o ser la hija perfecta. No es tu trabajo hacer que ella se sienta especial, necesaria o relevante.
- Aléjate: Si lo anterior no funciona, recuerda que tu salud mental es lo más importante. Las madres manipuladoras y victimistas pueden llegar a ser en ocasiones un problema que escale hasta la violencia o el abuso. Si esto ocurre, hay algo que puedes controlar y eso es irte de ese lugar y continuar tu vida en otro lado.
Por supuesto que lo anterior solo es una reflexión sobre las medidas que podrías tomar en caso de tener una madre manipuladora y victimista. Acude con un psicólogo o algún especialista en salud mental que pueda orientarte en tu caso particular. Prioriza tu amor propio, tu crecimiento y tu felicidad antes de cualquier otra cosa. Te deseamos una feliz vida.