¿Es malo dormir con faja?

Una faja es un buen complemento cuando se está iniciando con el ejercicio y la dieta, pues ayuda a moldear la figura mientras bajas de peso. Sin embargo, hay personas que exceden en su uso, pues ¡la usan hasta para dormir!

Es importante comprender que una faja no es una prenda más de nuestro guardarropa y por ende no debería ser utilizada todo el tiempo, pues podría generar más problemas de los que te imaginas.

Si eres de esas personas que usan faja hasta para ir a dormir, te invitamos a que leas esto para que hagas correcciones en ciertos hábitos que solo podrían perjudicarte.

¿Se recomienda dormir con la faja puesta?

A pesar de que una faja cumple una función para conseguir una mejor figura, lo más recomendable es no usarla cuando te vas a dormir.

Cuando usamos una faja nuestro cuerpo se comprime lo que con el tiempo puede llegar a ser muy perjudicial para nuestro organismo.

Entre los principales problemas que puedes tener al dormir con faja son:

1. Problemas circulatorios. Cuando tu cuerpo está presionado tu sangre no puede circular libremente, lo que hace que esta no llegue eficazmente a tus órganos, lo cual es indispensable para su buen funcionamiento.
2. Tapas los poros de tu piel. Si bien la mayoría de las personas tienen ropa de cama para dormir, una faja no debería ser una prenda para esta actividad, pues no les das el espacio necesario a tu piel para poder respirar. Esto evita la regeneración celular y no deja que tu piel deseche todo lo que necesite.
3. Atrofia tu descanso. Dormir es una de las actividades más preciadas y necesarias para los humanos, por ello existe una gran industria dedicada a crear productos y servicios para que descanses mejor. Al dormir con faja te sentirás atrapado e incómodo y simplemente tu sueño no será el mismo.
4. Problemas digestivos. Una faja oprime en buena parte a tu estómago y con el tiempo esto hará que tengas problemas como estreñimiento, acidez y flatulencias.

Como puedes comprobar, dormir con faja no es para nada recomendable pues te afecta en muchos sentidos y a la larga podría generar consecuencias graves para tu salud.