El hígado es el órgano más grande del cuerpo, ayuda a varios organismos a digerir alimentos, eliminar toxinas y almacenar energías. Sin embargo, no se salva de llegar sufrir ciertas enfermedades como la del hígado graso.
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Tener una mala alimentación y un estilo de vida poco saludable generará infecciones y problemas en tu cuerpo por una afección conocida como hígado graso. Expertos han mencionado que esta variante es asintomática. Sin embargo, ha habido casos en los que sí se han presentado algunos malestares en el abdomen.
¿Cómo saber si tengo un hígado graso?
Las personas que tienen un hígado graso es por ciertas afecciones de salud, los genes y por dietas no especializadas y mala alimentación. En ocasiones se presentan algunos dolores como la fatiga, pérdida de peso y dolor abdominal.
Un 25% de la población padece de hígado graso. Se considera una de las enfermedades con alta incidencia, así como la diabetes, la obesidad y la hipertensión.
Puedes acudir con un especialista para que te realice algunos estudios y compruebes si tienes hígado graso. Recuerda que a veces los dolores no se presentan, pero el hígado comienza a dañarse.
Estos son 4 pasos que debes de seguir para conocer si tienes hígado graso:
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- Ecografía abdominal
- Tomografía computarizada o resonancia magnética
- Elastografía transitoria
- Elastografía por resonancia magnética
¿Cómo prevenir el hígado graso?
Aunque sea una enfermedad que se pueda presentar en cualquier momento el hígado graso se puede prevenir gracias a un buen estilo de vida. Los siguientes hábitos pueden ayudarte:
Tener una alimentación saludable. Realizar una dieta equilibrada consumiendo diariamente frutas, verduras, cereales y proteínas.
Evitar alimentos grasosos. La sal, el azúcar, quesos muy curados, bebidas energéticas y alimentos procesados.
Hacer actividades físicas. Haz un espacio en tu día para realizar un poco de ejercicio con 30 minutos 5 días a la semana estará perfecto.
Suspender el alcohol. El alcohol daña el hígado y genera obesidad.
Tomar agua. El agua natural no es mala y puede ayudar a hidratar tu cuerpo.
Bajar de peso. Además de ser más activo por tus rutinas de ejercicio y tener energía, debes bajar de peso para prevenir la obesidad y no dañar tu salud.
Poco a poco podrás hacerte de estos nuevos hábitos para mejorar tu salud y evitar que el hígado graso presente más complicaciones. Esta enfermedad no tiene cura pero si puedes prevenirlo, es cuestión de tener constancia para poder lograrlo.